Continúa la lucha. Bayamo el 24 de febrero de 1895
Al grito de “¡Abajo el gobierno español! ¡Viva Cuba libre! ¡Independencia o Muerte!», los patriotas cubanos reiniciaron la lucha.
Los complotados de Manzanillo, Bayamo, y Jiguaní, al igual que en otras regiones del país respondieron al llamado a la guerra hecho por José Martí.
Era 24 de febrero de 1895, último domingo del mes y a la vez un día festivo.
Martí desde la emigración y como máximo representante del Partido Revolucionario Cubano, había organizado la insurrección.
Ese día, al amanecer, cerca de Manzanillo, Bartolomé Masó hizó la bandera de la estrella solitaria.
En la comarca de Bayamo más de 200 hombres acudieron a su cita de honor con la Patria.
El coronel Joaquín Estrada Castillo estableció su campamento en Mogotes, a 12 kilómetros al suroeste de la ciudad, y fortificó el lugar.
El coronel José M. Capote reunió 39 hombres en su casa de campo en La Estrella, entre Cauto el Paso y Bayamo, de donde partió para San Diego; luego pasó a acampar en Jagüeyes.
El coronel Esteban Tamayo, en su finca Vega de Piña, agrupó unos 80 bayameses con escasas armas pero con decisión sobrada para luchar por la Patria.
En Barrancas se alzó el coronel Francisco Estrada, quien inmediatamente preparó un plan para atacar Veguitas, donde se hallaba depositada cierta cantidad de armamentos.
José Reyes Arencibia con un contingente entró a Jiguaní y en un arranque de emoción incontenible arengó a sus compañeros al grito de «Viva Cuba Libre» tiroteando la guarnición española del barrio Jamaica de esta localidad, para seguir de inmediato hacia Baire.
En comparación con otros territorios, en Bayamo fue mayor el número de incorporados a la lucha armada aquel 24 de febrero.
Nuevamente los hombres y mujeres de esta región del Oriente cubano donde había comenzado la lucha en 1868 volvían al campo de batalla en pos de la libertad.